14 de marzo de 2015

Biblioteca de Padres: novedades


Incorporamos tres nuevos libros a la Biblioteca de Padres: ésa que se encuentra en una estantería azul, en el vestíbulo principal, a la derecha.

Los títulos son:
Educar sin castigar, de Pilar Guembe y Carlos Goñi.
100 ideas para que tus hijos te obedezcan, de Anne Bacus.
Guía para ser buenos padres de hijos adolescentes, de Fernando Alberca.

El catálogo completo de nuestra biblioteca lo tenemos accesible a través de Library Thing.

No os olvidéis de nuestras normas de comportamiento para el buen uso de la biblioteca:

Anota en el cuaderno que hay en la estantería:

  • Qué libro te llevas
  • Tu nombre y apellidos
  • La fecha en la que te lo llevas

Y no te olvides de devolverlo en un tiempo prudencial. Cuando lo hagas, escribe en el cuaderno la fecha en la que lo has devuelto.

Revisad los libros que habéis cogido durante los últimos meses, ¡no os olvidéis que hay que compartirlos y pensad en la devolución!

¡Muchas gracias por vuestra colaboración!


4 de marzo de 2015

¿Qué fue de...Daniel Gilsanz?



En junio hará 8 años que terminó mi aventura en el Liceo Francés de Valladolid, y digo bien de Valladolid porque de aquella todavía se llamaba así. Una vez aprobado el bac tocó plantearse qué hacer, marchar a Francia o quedarme en España, y al final me decanté por esta última opción. Pero también tenía que decidir qué carrera hacer y escogí Fisioterapia.

Estudié en Ponferrada, una ciudad que a priori parece pequeña, pero que me sorprendió por la vida que tiene, solo os voy a decir que a la semana de empezar allí me llamaron para ir a estudiar a Salamanca y decidí quedarme. Fueron 3 años inolvidables, llenos de recuerdos y de los que guardo una pequeña gran familia de amigos. La escuela de Fisioterapia era pequeña y nos conocíamos todos, alumnos de los tres cursos y profesores, lo cual tenía sus ventajas e inconvenientes. Pero con lo que, sobre todo, me quedo de esos tres años, fue la oportunidad que tuve de ir junto a un grupo de compañeros como voluntarios a los campos de refugiados saharauis. Fuimos en las vacaciones de navidad de tercero y fue una experiencia increíble e inolvidable que me dejaría una huella imborrable en mi vida.


Tras acabar la carrera, me concedieron una beca de la universidad para realizar unas prácticas remuneradas en el Hospital Pío del Rio Hortega de Valladolid, durante los meses de verano. Una vez terminadas las prácticas, me tomé un mesecito sabático antes de emprender rumbo a Perú, y es que tras mi experiencia en el Sahara, me quedé con ganas de más y me puse a buscar voluntariados. Cuál fue mi sorpresa al encontrar un programa de becas de la Junta de Castilla y León que se llamaba “Jóvenes solidarios”. Sin pensármelo me apunté, me hicieron una entrevista y me concedieron una beca para ejercer de fisioterapeuta en un centro de niños discapacitados en Perú durante los meses de octubre y noviembre.

La experiencia de Perú superó todas mis expectativas, aprendes a plantearte la vida desde otro punto de vista, valoras mucho más todo lo que tienes pero, sobre todo, te enseña a que, en circunstancias durísimas, siempre hay que sacar una sonrisa y que con muy poco se puede ser muy feliz.


Cuando volví de Perú me tocó apuntarme al paro, pero no estuve mucho, todavía lo duro de la crisis no había llegado.

En mi primer empleo trabajaba 5h semanales en un residencia de curas que hay en el colegio San Agustín, aunque a los dos meses me llamo un amigo de la carrera para ver si estaba interesado en trabajar en León y allí que me fui. Me contrataron para cubrir una excedencia de un año en un centro de recuperación del daño cerebral.
El trabajo de fisioterapeuta es duro, física y mentalmente, pero a la vez muy gratificante. Además te tienes que formar continuamente. En mi caso tengo un máster de Osteopatía por la EOM, soy terapeuta Bobath y tengo unos cuantos cursos más por ahí de kinesiotape, punción seca, etc.


Ahora mismo trabajo y vivo en Oviedo, y es que tras ese año en León, mi jefa tenía otra clínica en Oviedo y me ofreció venirme a trabajar aquí. Este mes va a hacer 3 años que estoy en Oviedo, y la verdad que en Asturias me siento como en casa. En esta clínica también trabajo con personas que han sufrido un daño cerebral (como un Ictus o un traumatismo craneoencefálico), personas con enfermedades neuromusculares (como parkinson, esclerosis múltiple o ELA), personas con lesiones medulares, etc.

Por último, y para no aburriros más, sólo quiero decir que del liceo guardo muy buenos recuerdos y amigos con los que a pesar de la distancia y el tiempo sigo manteniendo el contacto y procuramos reunirnos por lo menos una vez al año.

Un abrazo,

   Daniel



Muchas gracias a Daniel por contarnos su experiencia. Le deseamos que siga aprendiendo y disfrutando de su trabajo, ¡y que siga manteniendo a los amigos de infancia y juventud!


¡Saludos desde el LFCYL!