El Acoso Escolar consiste en un continuado y deliberado maltrato verbal o modal que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objeto de someterle, intimidarle, amenazarle u obtener algo mediante chantaje y que atenta contra la dignidad del niño y sus derechos fundamentales.
Hay que distinguir
entre una agresión puntual en un entorno escolar y el acoso. El acoso es
cualquier tipo agresión psicológica o física permanente,
constante y duradera. Se
caracteriza por el desequilibrio de poder (la víctima, sola, frente a agresores
y observadores).
Los acosadores no
necesitan mucho para inspirarse si tienen la intención de herir, humillar o
dejar de lado a alguien de su círculo de amigos. No sólo humillan a los niños
que son atacados, también
afecta a los testigos cercanos, especialmente si ellos no saben qué hacer al
respecto.
Las familias y el Colegio jugamos un papel
crucial en esta cuestión y, por ello si detectamos que nuestros hijos sienten
gran rechazo o miedo a ir al colegio, si se ponen enfermos por las mañanas
(dolor de tripa, cabeza…), si evitan contar lo que hacen con sus amigos en el
colegio, si evitan a ciertos compañeros de su entorno escolar… es probable que
puedan estar sufriendo una situación de acoso escolar.
El diálogo con los niños es de la mayor
importancia -intentar con delicadeza hablar con ellos para que nos cuenten como
se sienten en el colegio- de forma que si detectamos que algo no va bien, antes
de que se produzca una verdadera situación de acoso, lo más acertado es exponer
el caso: tutoría con el profesorado, comunicación escrita al Colegio.
Existen programas
para prevenir y afrontar el acoso escolar, entre ellos KiVa que arrancó en 2007 con
financiación del Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia. En
KiVa, el objetivo del trabajo realizado a nivel de clase es educar a los
alumnos sobre su papel a la hora de evitar y detener el acoso escolar. Así, en
lugar de aprobar silenciosamente el acoso o alentar a los acosadores, los niños
comienzan a apoyar a los compañeros victimizados y, al hacerlo, transmiten el
mensaje de que no aprueban el acto. Prevenir
y afrontar el acoso escolar es posible cuando se desarrolla un sentido
compartido de responsabilidad y se cambian las normas del grupo.
"Al
final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de
nuestros amigos". ~ Martin Luther King.
Más información:
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