El sábado nos fuimos de excursión y, aunque el cambio de fecha a última hora hizo que no fuésemos tan numerosos como estaba programado, conocimos lugares increíbles de la provincia de Palencia.
El tiempo no cumplió con sus previsiones y la lluvia nos respetó bastante cuando no estábamos a cubierto.
Una jornada a contrareloj cargada de actividades que comenzó en el Monte El Viejo: dimos de comer a los ciervos y paseamos por el entorno de la Casa Grande.
En el mismo Frómista visitamos la Iglesia de San Martín de Tours: una pieza clave del románico europeo que fue erigido en la segunda mitad del siglo XI.
Para reponer fuerzas y descansar antes de retomar la actividad de la tarde, comimos en Carrión de los Condes donde, apretaditos pero felices, degustamos un buen menú castellano.
Por la tarde estuvimos en la Villa romana de La Olmeda. Una interesante visita guiada donde admiramos el yacimiento descubierto accidentalmente en 1968 por un agricultor mientras trabajaba sus tierras y donde, gracias a su labor de conservación, hoy podemos observar los restos de esta villa palaciega del Bajo Imperio (siglo IV d.C.)
Tras la visita nos desplazamos a Saldaña para ver, en el museo del yacimiento, todos los objetos que han ido encontrando en la excavación desde su descubrimiento.