21 de junio de 2010

MOVIMIENTOS DE LA LENTITUD



SIN PRISAS, POR FAVOR sería el lema del movimiento slow, que se inició en Roma, en protesta por la apertura de una tienda de una conocida cadena de comida rápida.
El movimiento slow es una corriente cultural, que se aplica a la comida, al urbanismo, a la educación...
Como dice el corrido mexicano..."No hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar".

Ocho son las elegidas, por ahora, como ciudades lentas en España y por tanto han pasado a formar parte de la red internacional de éstas.

- Begur, Pals y Palafrugell en Gerona; Mungía y Lekeitio en Vizcaya; Bigastro en Alicante; Pozo Alcón en Jaén y Rubielos de Mora en Teruel.

Estos pueblos ya pertenecen al movimiento Slow Cities en España y en el mundo. Decenas de otros municipios españoles han manifestado su interés de sumarse a esta iniciativa.

Después de cerca de dos años de papeleo y tras superar los requisitos indispensables para pasar a formar parte de la comunidad Slow, España ya es oficialmente miembro reconocido.

Las Slow Cities defienden un ritmo de vida más pausado, manteniendo las tradiciones que identifican a los pueblos, pero sin renunciar a los avances tecnológicos.

Las ciudades lentas han de cumplir con una serie de requisitos tales como no tener más de 50.000 habitantes, no ser capital de ningún tipo y además contar con una legislación respetuosa con el medio ambiente.

Algunas medidas instauradas en las ciudades lentas son la implantación de instalaciones para el uso de energías renovables, la recuperación y protección de la huerta tradicional como patrimonio natural y como parte del paisaje, el control de la emisión de gases nocivos para el medio ambiente... etc.

En Francia, que sepamos, sólo una es la ciudad certificada hasta el momento: Segonzac

Incluso en el estilo de viviendas, en la comida, en Francia...

Consejos slow

Web oficial Cittaslow

En la Biblioteca de Padres hemos hecho una pequeña aportación a este movimiento con la adquisición de la obra Elogio de la educación lenta, de Joan Domènech Francesch.

El autor nos regala estupendas perlas para la reflexión en cuanto a la educación en la familia y en el colegio. Google books nos ofrece unas páginas.


14 de junio de 2010

MIERCOLES TARDE EN EL CALENDARIO ESCOLAR FRANCES



¿Quién sabe el porqué no hay clase en Francia los miércoles por la tarde?

Si habías pensado que era por dar un pequeño descanso a profesores y alumnos a mitad de semana, estás equivacado. El quiz está en la religión.

En el libro "El hecho religioso y la enseñanza laica: la experiencia francesa", de Mireille Estivalèzes, que acabamos de adquirir para la Biblioteca de Padres, nos explica esto y otras muchas cosas acerca de la práctica y la enseñanza de la religión en los centros educativos.

Volviendo a la primera pregunta, tenemos que remontarnos a la Revolución Francesa, cuando se inicia de forma clara el vínculo entre la idea de República y la idea de Educación. Los republicanos del siglo XIX recogen esta herencia en el período en que Jules Ferry es ministro de Instrucción Pública, generalizando la enseñanza primaria con una ley en 1881. Una segunda ley en 1882 convierte la escolarización en obligatoria para los niños y niñas de entre 6 y 12 años, pudiéndose impartir en las escuelas o en las familias.
Esta ley laicaliza los programas suprimiendo la instrucción religiosa para reemplazarla por la instrucción moral y cívica. La ley preveía en el artículo 2 que "las escuelas primarias públicas tendrán un día de fiesta por semana, distinto del domingo, con el fin de permitir a los padres que sus hijos reciban, si así lo desean, instrucción religiosa fuera de los centros escolares".
Hasta hoy, un día libre, primero el jueves, y después, a partir de 1972, el miércoles, marca el ritmo del tiempo en el calendario escolar.

El libro es mucho más que una historia anecdótica. Plantea cuestiones importantes, teniendo en cuenta que las religiones (unas más que otras) entretejen la historia de la humanidad, y casi todas las materias objeto de aprendizaje en la escuela-colegio-universidad hacen referencia en mayor o menor medida a la religión, a alguna religión, al espíritu religioso del ser humano. La autora plantea preguntas como: ¿es posible otro discurso, no confesional, sobre lo religioso? ¿se pueden enseñar las religiones? ¿puede ser la religión objeto de ciencia?...

La primera parte de este ensayo delimita el contexto socio-histórico del debate, la segunda parte se centra en mostrar cómo estas enseñanzas toman forma en los programas y los manuales escolares de secundaria, la formación de los docentes es el objeto de la tercera parte y la cuarta parte propone una síntesis de las observaciones en la perspectiva del laicismo.